Con respecto al análisis que hice en su día agregar que a nivel de calidad visual el juego mantiene y sorprende con nuevos escenarios creados con gran gusto y unas animaciones fantásticas. Pero a nivel de jugabilidad la cosa empeora un poquito, es verdad que vas agregando nuevos poderes a tu arsenal que además de permitirte acceder a partes del escenario a las que antes era imposible llegar enriquecen la experiencia, pero -los malditos peros- el sistema de ataques de oleadas de enemigos que plantea el juego se hace a veces insufrible, puedes estar matando enemigos sin parar durante más de cinco minutos que la cosa no acaba, así que terminas pasando de ellos, y por otra parte esto te permite acumular gran cantidad de mejoras que vuelven el juego demasiado fácil.
Los enemigos finales están un poco por debajo del nivel del juego, visualmente la mayor parte de ellos espectaculares, pero las mecánicas de los mismos son ramplonas, unas cuantas dosis de creatividad extra les hubiesen venido muy bien.
El juego no es muy rejugable, salvo la posibilidad de ver otros finales variando tu decisión de corromper tus poderes no ofrece nada más. Una pena, ya que su sistema de generación dinámica de escenarios es muy potente y combinándolo con una mecánica de recolección de objetos especiales podría haber dado mucho juego.
En conclusión, si te gustan los Metroidvania a por él, si no dedícale un rato pero poco más, una pena, porque se queda en buen juego cuando podría haberse convertido fácilmente en un juego notable. Me quedo con ganas de ver el siguiente lanzamiento de Thuner Lotus Games, tienen potencial.
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