Esta semana he terminado de ver la tercera temporada de Westworld, la he visto en versión original -al igual que las otras- y menos algún capítulo de fondo mientras trabajaba, por lo que no le he prestado demasiada atención.
En su día la primera temporada me encantó, me pareció redonda. Sin embargo la segunda se me hizo aburrida, estiró demasiado los elementos de conspiranoia y el cruce de lineas temporales, por lo que al final les quedó un batiburrillo que encantó a los fans acérrimos, pero a mí se me hizo aburrido, y lo que es peor, previsible.
En esta tercera temporada han optado por un planteamiento más convencional que bebe mucho de Blade Runner -hasta en la banda sonora-, con un argumento lineal plagado de escenas de acción. Por desgracia no está muy bien rodado, parece más una película de serie B que una serie de calidad.
Tanto a las escenas de tiroteos como a las de combate cuerpo a cuerpo se les ven las costuras con facilidad, falta velocidad, precisión, parece un videojuego sobre raíles.
Las interpretaciones y el casting están bien, pero es que el argumento no da para más. Es tan pretencioso como en las entregas anteriores, pero con unos diálogos malos, vacuos, llenos de filosofía barata con nula profundidad.
La han dejado preparada para una cuarta temporada. Supongo que si me pilla otra pandemia la veré mientras trabajo o mientras juego a un videojuego, pero desde luego no es una serie que merezca ya sentarse a verla en exclusiva.
En conclusión, serie para pasar el rato mientras miras el móvil. Como siga por este camino descendente no sé a donde van a llegar, aunque como dice Antonio Recio de La que se avecina: "En el sótano de tu fracaso siempre hay una planta más".
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