Mother Russia Bleeds (Videojuegos)




A mediados de los años 80 nació el género de los beat'em ups, primero tímidamente con Renegade, luego grandes clásicos como Double Dragon y Golden Axe que confirmaron que las nuevas mecánicas habían llegado para quedarse unos cuantos años.

En la primera mitad de los años 90 este género arrasó tanto en consolas como en recreativas, fueron publicados grandes títulos triple A para todas ellas. A todos nos encantaba solucionar los problemas del barrio o del reino a base de palos, con uno, dos o tres amigos. Ya fuesen tortugas ninja, caballeros de la tabla redonda, superhéroes de cómic, cualquier excusa era buena para repartir estopa.

Mother Russia Bleeds abraza con orgullo la herencia de esta época dorada para el género y nos ofrece un beat'em up clásico para cuatro jugadores con una historia truculenta y mucha sangre pixelada. Desarrollado por los franceses Le Cartel Studio y publicado en 2016 por Devolver Digital para Windows, Linux, MacOS X, PS4 y Switch tuvo un gran impacto en la escena indie. Está disponible para el Gamepass de Microsoft así que he aprovechado para darle caña.

1980 alternativo

Este producto sitúa su argumento en un 1980 alternativo en una Unión Soviética dominada por la mafia rusa. Cuatro gitanos rumanos viven en un campamento cerca de la ciudad, ganan dinero peleando entre ellos, en pleno combate aparecen fuerzas del gobierno que los secuestra.

Cuando el grupo despierta se encuentra en un laboratorio subterráneo construido debajo de una prisión. El primer objetivo de los jugadores es escapar de este lugar, conforme van avanzando descubren que les han hecho adictos al Nekro, una droga que les da fuerza sobrehumana pero que les hace caer en frecuentes alucinaciones.

Una mecánica más clásica que Mozart

La mecánica es clásica y sencilla, dispones de un botón para pegar puñetazos, de un botón para pegar patadas, de un botón para saltar y de un botón para agarrar. Los gatillos sirven para recuperar salud inyectándote Nekro - si lo tienes almacenado- o para entrar en modo berserker usando el gatillo derecho, en este modo eres más rápido y pegas mucho más fuerte, pero los efectos duran poco tiempo.

Además de pegar golpes puedes recoger cualquier arma que haya en el escenario para golpear o disparar a tus enemigos, normalmente son ellos los que las portan y debes arrebatárselas a golpes. Me ha gustado especialmente el arma de la sierra mecánica, me he sentido como Markus de Gears of War en los 90.

Algunos de los enemigos al ser derrotados convulsionan en el suelo, es el momento de ir con tu jeringuilla a recolectar Nekro, pulsando el trigger izquierdo podrás hacerlo. Cuando alguno de tus compañeros cae sin vida puedes resucitarlo inyectándole la droga. Como veis la recolección de este estupefaciente es una parte vital de cada partida.

Al final de cada escenario tendrás que enfrentarte contra un enemigo final, suelen ser muy duros -sobre todo si juegas solo- pero conforme vas intentándolo terminarás aprendiendo sus patrones de combate y descubriendo sus debilidades.


¡Viva la madre Rusia y su píxel art!

Es un juego orgulloso de sus enormes píxeles y de su paleta limitada, en ningún momento busca el realismo, intenta parecer un juego de Megadrive o Super Nintendo y lo consigue. Pese a las limitaciones de este estilo logra plasmar unos escenarios con un aire tétrico pero a su vez plagados de humor negro, tienen bastante variedad, pero siempre y cuando compremos como bueno el estilo de los juegos noventeros de cartucho.

El diseño de los personajes tiene mucha personalidad, todos ellos representan unos arquetipos muy variopintos que parecen sacados de una versión soviética de Snatchs: Cerdos y Diamantes, pese a estar creados y animados con píxeles enseguida te dejan inmersos en su rollo. El nivel de sangre y violencia es tal que dudo mucho que si esta experiencia tuviese gráficos más realistas no se convirtiese en un juego para amantes del gore. De hecho cuando vas golpeando a los enemigos su diseño va variando mostrando como se les abren las carnes.

Los escenarios apuestan más por un aire soviético degradado, el estilo soviético del siglo pasado visualmente siempre me parecido muy impactante, una pena que estos elementos no tengan más peso en este título, le hubiese dado todavía más punch. Aún así el conjunto tiene un buen nivel, pero como he comentado antes sólo si sientes amor por el píxel sabrás apreciarlo en su justa medida.

Demasiado noventero

Las melodías intentan emular el estilo de los mods de 4 canales que arrasaban en aquella época, todos los instrumentos están creados en base a samples poco finos a los que se les notan las limitaciones técnicas de una época ya pasada, el resultado casa bien con el estilo retro, pero se echa de menos haber sido algo más ambicioso.

El sonido es poco contundente, le falta nitidez, esto, que era comprensible en los inicios noventeros dadas las limitaciones de la época hoy en día no es de recibo, con sonidos mejor elaborados la ensalada de palos que caracteriza a este juego hubiese sido mucho más nutritiva.


A ritmo de puñetazos

En modo jugador único es un poco difícil, si lo juegas con amigos gana mucho, por desgracia la experiencia de juego cuando la CPU controla a tus compañeros es algo decepcionante, su posicionamiento en los combates es muy malo, muchas veces terminan encima de ti molestándote o te dejan la espalda al aire sin cubrir. Se echa de menos que tenga un modo de juego online, aunque se agradece que tenga marcadores de puntuación compartidos a nivel de Internet.

Concluyendo que es gerundio

Mother Russia Bleeds no engaña a nadie, es juego que cumple con lo que promete desde el primer minuto. Si te gustan los beat'em ups lo vas a disfrutar, especialmente si lo juegas con un amigo a tu lado. Te ofrece unas cuantas horas de diversión, mucha jugabilidad y mucha rejugabilidad. Muy recomendable para amantes del neoretro.

Os pongo aquí mi análisis en vídeo.

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