¿Ser o no ser un diccionario de sintaxis?

LLevo ya más de 20 años dedicándome profesionalmente al desarrollo de software, a lo largo de este tiempo he conocido muchas tecnologías, algunas de manera más intensa y otras de manera más superficial.

Cuando comienzas a trabajar con tu primer lenguaje de programación piensas que has dado con el martillo de Dios, cualquier problema debe ser resuelto con ese martillo que conoces y que por eso todo lo puede. Con el tiempo, si vas trasteando aquí y allá te das cuenta que los lenguajes de programación no son más que herramientas que debes elegir teniendo en cuenta el equilibrio de un montón de factores no sólo tu conocimiento o si está de moda.

Al igual que todos los profesionales del sector que llevamos muchos años he pasado por muchos procesos de selección, en algunos me ha ido bien, en otros mal y en otros menos mal que me fue mal.

Por desgracia en bastantes procesos me he topado con pruebas técnicas sin ton ni son que poco o nada tenían que ver con el perfil solicitado, por no hablar de esos exámenes en los que se evalúa tu capacidad como diccionario humano de sintaxis de una tecnología determinada.

La tecnología sólo es una herramienta, no es un conocimiento arcano, cualquiera con los conocimientos de ingeniería necesarios puede aprender en un plazo razonable a utilizarla de manera óptima. Nunca he entendido esos procesos de selección en los que se busca contratar a un diccionario de sintaxis y en las que no se analizan los conocimientos generales de ingeniería y de arquitectura de software.

Pero bueno, a repetir todos como loritos los mismos palabros. Afortunadamente la mayor parte de las pruebas y exámenes son un refrito de otras que circulan por Internet, no son pruebas originales por lo que en un plazo razonable puedes enseñarle hasta a tu bisabuela centenaria a pasarlas.

Nuestro sector tiene todavía poco tiempo de vida, espero que con el tiempo este tipo de tonterías se acaben y los procesos de selección mejoren.

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