La rueda del tiempo: Un recuerdo de luz

Ayer terminé de leer Un recuerdo de luz, último libro de la saga La rueda del tiempo, comencé este verano a leerla y por fin la he terminado. Me queda por leer la precuela, pero no creo que llegue a hacerlo, no veo que más puede aportarme. Hay muchos libros por leer y poco tiempo en esta vida.

A diferencia de los posts anteriores sobre la saga no voy a tener cuidado en soltar spoilers. Si no lo has leído para aquí, si no, continua y ya me pones a parir en los comentarios :).

Un recuerdo de la luz me ha entretenido a ratos, aburrido a ratos, entusiasmado a ratos y decepcionado a ratos.

Es muy complicado culminar una saga que has ido calentando a fuego lento -demasiado lento en mi opinión- durante trece libros. Para poder seguir enganchando al lector el autor tiene que ir subiendo tanto las apuestas -en plan Lost- que llega un momento que la banca tiene muy difícil pagar cuando se llega al final. En este caso el final no es desastroso, no estaban todos muertos, pero tampoco te deja alucinando.

Uno de los problemas de esta gran cantidad de novelas es que de ser una historia con 4 o 5 personajes principales ha pasado a ser una historia coral en la que la mayoría de los secundarios aportan tramas perfectamente prescindibles que enfangan a los libros y les hacen perder fuerza.

En vez de unas novelas que retratan el camino del héroe y la clásica lucha del bien contra el mal conforme ha avanzado la saga se ha ido convirtiendo en una especie de Wikipedia para alegría supongo de su fandom y para desesperación de los lectores casuales como yo.

Este libro en concreto se empeña en cerrar todas las tramas secundarias como sea y cuando sea en un intento de conseguir coherencia para convencer a los fans eruditos de que todo ha quedado atado y bien atado. No hay obra literaria humana que resista un análisis concienzudo de su coherencia, no comparto para nada la obsesión de los autores de esta saga (Jordan y Sanderson) de cerrar todas las tramas menores incluso cargándose el clímax final. Lo importante de una obra son las emociones que produces al lector no la resistencia de los mimbres con los que has zurcido el tejido.

Brandon Sanderson fue el encargado de cerrar La rueda del tiempo escribiendo los últimos tres libros completando las anotaciones que había dejado Jordan antes de fallecer. Se nota al vuelo conforme vas leyendo que lo ha hecho lo mejor posible como profesional, pero no ha puesto su alma en ello. Cualquiera que haya leído la primera saga de Nacidos de la bruma o los libros del Archivo de las tormentas se da cuenta de que no estamos ante el mejor Sanderson, a estos libros les falta chispa, y eso que cuando recogió el testigo que le dejó Jordan los libros estaban en un momento muy enmarañado -y bajo- y consigue hacerlos remontar.

Criticarle a Sanderson, eso sí, el destroce que hace del personaje de Moraine, ¿Y para eso la traen de vuelta a la vida? ¿Para convertirla en un monigote más?

La mayor parte del libro gira alrededor de la batalla final, parece que estés leyendo una novelización de la película El día más largo, en esta película se narra el desembarco de Normandía en la segunda guerra mundial en plan histórico, con un montón de secundarios y escenarios variados para explicarle al público como fue aquella batalla histórica. Aquí han hecho algo parecido y mucho más aburrido.

Si quiero jugar a un videojuego de estrategia en tiempo real voy y lo juego, no necesito un libro que se embrolle en contarme todos los pormenores de una batalla con un montón de tonterías que no vienen al caso. Queda claro que la batalla está bien planificada y que el escritor controla mucho de temas militares, pero yo estoy leyendo una novela, no un manual de estrategia militar medieval en un mundo fantástico. Supongo que a los fans de Warhammer les habrá flipado esta batalla, porque es lo que parece, una partida de Warhammer.

Y luego está el final, matas a un montón de gente y haces que Rand sobreviva. ¿Pero a santo de qué? Se supone que el héroe da su vida en sacrificio por la humanidad, y al final queda vivo y con tres esporas en plan polígamo -otro de los elementos más ridículos de la obra-, para mear y no echar gota.

Podría ahora enzarzarme más en dar caña a la curiosa evolución a la carta -y a saltos- que han tenido personajes como Perrin y como Mat en algunos libros. O la aparición -y desaparición- de personajes como Cadsuane Sedai -la Moraine sustituta-, pero me está quedando un post muy largo.

La saga de La rueda del tiempo es una saga divertida a ratos, le lastran mucho algunos libros -incluido este- y paga caro que hayan estirado tanto su argumento. De haber sido 4 o 5 libros les hubiese quedado una obra genial. Al estirar tanto las cosas les ha quedado una historia entretenida pero con muchos altibajos y un final demasiado rimbombante en las formas pero simplista en el fondo. Creo que el enfrentamiento final de Rand con el oscuro refleja al 100% la falta de profundidad en la obra, quiere ser un Señor de los anillos, pero se queda en una partida de rol entre amiguetes.

Si te gusta la fantasía te gustará esta saga, si no te gusta, huye de ella, corre Forest, corre.




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