Mortal Kombat es uno de los juegos que están dentro del Olimpo de los videojuegos de lucha, os he hablado de él antes en su versión de MS-DOS, pero hoy os voy a hablar de él en su versión de máquina recreativa.
El juego fue lanzado en 1992, la idea era sacar un clon más de Street Fighter II, pero por el cambio sus autores fueron tomando una serie de decisiones -algunas por creatividad pero otras por necesidad-. Esas decisiones convirtieron a Mortal Kombat en el legendario juego que es hoy en día y en el padre de una de las franquicias más sólidas de la industria.
Cuando estaban desarrollando el juego Ed Boon y John Tobies vieron que no iban a poder cumplir los plazos, así que decidieron digitalizar a unos pocos especialistas en artes marciales para ganar tiempo. La digitalización de luchadores se había ya empleado en el pasado en un juego llamado Pit Fighter de Atari con no muy buenos resultados.
El caso es que los gráficos fueron muy impactantes en su época. Decidieron además crear un juego muy sangriento -en mi vídeo no se ve la sangre porque está desactivada- que además implementó los fatalities, una manera de acabar la partida al más puro estilo gore. El objetivo de fondo era escandalizar a base de humor negro, pero en su época causó una gran conmoción e incluso un gran debate político.
El sistema de combate es bastante limitado, salvo los golpes especiales todos los luchadores pelean exactamente igual. Los golpes especiales son memorables, eso sí, todos nos acordamos del rayo congelador de Subzero, o del gancho de de Scorpión o del vuelo de Raiden.
A destacar el personaje de Goro, tanto en el juego como en su película posterior es espectacular.
El sonido y la música cumplen para ambientar los combates.
Es un juego al que le han pesado los años, en su día me parecía perfecto, pero ahora con el paso de los años y habiendo jugado a muchos otros juegos se le notan las costuras mucho más que a Street Fighter II. Aún así es un juego imprescindible, si no lo has jugado deberías.
El juego fue lanzado en 1992, la idea era sacar un clon más de Street Fighter II, pero por el cambio sus autores fueron tomando una serie de decisiones -algunas por creatividad pero otras por necesidad-. Esas decisiones convirtieron a Mortal Kombat en el legendario juego que es hoy en día y en el padre de una de las franquicias más sólidas de la industria.
Cuando estaban desarrollando el juego Ed Boon y John Tobies vieron que no iban a poder cumplir los plazos, así que decidieron digitalizar a unos pocos especialistas en artes marciales para ganar tiempo. La digitalización de luchadores se había ya empleado en el pasado en un juego llamado Pit Fighter de Atari con no muy buenos resultados.
El caso es que los gráficos fueron muy impactantes en su época. Decidieron además crear un juego muy sangriento -en mi vídeo no se ve la sangre porque está desactivada- que además implementó los fatalities, una manera de acabar la partida al más puro estilo gore. El objetivo de fondo era escandalizar a base de humor negro, pero en su época causó una gran conmoción e incluso un gran debate político.
El sistema de combate es bastante limitado, salvo los golpes especiales todos los luchadores pelean exactamente igual. Los golpes especiales son memorables, eso sí, todos nos acordamos del rayo congelador de Subzero, o del gancho de de Scorpión o del vuelo de Raiden.
A destacar el personaje de Goro, tanto en el juego como en su película posterior es espectacular.
El sonido y la música cumplen para ambientar los combates.
Es un juego al que le han pesado los años, en su día me parecía perfecto, pero ahora con el paso de los años y habiendo jugado a muchos otros juegos se le notan las costuras mucho más que a Street Fighter II. Aún así es un juego imprescindible, si no lo has jugado deberías.
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