Series Yonkis fue hace unos años el portal líder de enlaces a descargar y visualizaciones en streaming de series y películas. El portal nunca almacenó contenido multimedia, pero si que ofrecía enlaces y vídeos embebidos introducidos por los usuarios del portal.
El portal estaba lleno de publicidad de todo tipo, y teniendo en cuenta la cantidad de visitas que tenía seguramente debían obtener unos ingresos bastante elevados. Estuvo a pleno funcionamiento de 2007 a 2014, a partir de ahí deja de ofrecer esos enlaces.
Se pide por parte de los abogados de la acusación penas de 2 a 4 años (en España si tu pena es menor de 2 años y no tienes antecedentes no entras en la cárcel - salvo que seas la Pantoja -). Por otra parte afirman que les han generado pérdidas a las empresas distribuidoras de más de 546 millones de euros.
En España para considerar este tipo de acciones como delito es necesario que exista un ánimo de lucro, en este caso el ánimo de lucro se considera respaldado por los ingresos publicitarios según la acusación.
La acusación privada está formada por EGEDA (la SGAE de las series y las películas) y FAP (Ya extinta, era una asociación de las principales productoras americanas).
Este juicio no es que un vestigio de una época en la cual los actores tradicionales del sector -Distribuidoras y asociaciones de derechos de autor- intentaron crear diques para congelar en el tiempo el estado del mercado y que el streaming no les dejase de lado como al final ha pasado.
Hoy en día las grandes empresas de vídeo en streaming se han hecho con el mercado y han convertido a estas distribuidoras en agentes de mercados secundarios que cada vez tienen menos peso. Empresas como Netflix, Amazon o incluso Movistar no sólo distribuyen su contenido a través de Internet si no que ya crean ellos las obras multimedia.
A nadie con un salario se le ocurre hoy -al menos en España- ponerse a descargar películas por el torrent y grabar toneladas de DVDs, ese tiempo ya ha pasado. Los hay que piratean Netflix, HBO y demás, pero esa es otra historia.
Las distribuidoras nunca debieron atacar a sus clientes como lo hicieron tratándolos de delincuentes, tampoco debieron haber inflado sus supuestas pérdidas, ver una película online (o un trozo) no significa que hubieses gastado dinero en ellas.
Utilizaron a los autores como arietes contra el consumidor, cuando todos sabemos que el autor no es el que se lleva la parte del león en los beneficios de una obra audiovisual.
En España además, especialmente con los gobiernos del PSOE, el sector del cine ha contado con el apoyo del aparato del estado para perseguir a la mayoría de los ciudadanos como si todos fuésemos posibles delincuentes.
A estas alturas de la vida, el juicio de Series Yonkis solo tiene trascendencia para los acusados, para el resto del mundo el modelo que apoyaban -el streaming- ya ha triunfado y los actores tradicionales tan solo conservan la parte más pequeña del pastel. Si es que los tiempos avanzan una barbaridad.
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