En 1988 Hewson Consultants (Cybernoid, Exolon, Ranarama) lanzó al mercado este divertido matamarcianos (por llamarlo de alguna manera) conversión directa de la versión de Commodore 64.
La mecánica del juego es más simple que el pitorro de un botijo, tienes que ir recogiendo una serie de gemas evitando palmarla. Cuando las tienes todas puedes teletransportate al siguiente nivel.
Gráficamente el juego no es malo, a destacar el espectacular colorido que destila y el excelente scroll multidireccional del que hace gala, aunque claro, todo esto a costa de reducir mucho el área de juego en la pantalla y de no tener unos enemigos demasiado trabajados.
A nivel sonoro destacar la música tema del juego (en la versión de ZX Spectrum compuesta por J. Dave Rogers) que es en mi opinión una de las 10 mejores músicas temas para Spectrum de toda su historia. A lo largo de la partida también suena, pero cuando disparas el sonido del disparo se come uno de los tres canales del chip de sonido del ZX Spectrum 128 por lo que sólo suenan dos canales de música cada vez que se dispara, y para que ocultarlo, el efecto queda fatal.
El juego es bastante difícil, no paran de darte caña todo el rato, aunque la mayor dificultad es aprenderte el sistema de teletransportes interno de cada fase. Una vez consigues mapearlos el juego se hace bastante más asequible.
En conclusión, un juego interesante con una música apabullante.
Valoración: 6/10
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La mecánica del juego es más simple que el pitorro de un botijo, tienes que ir recogiendo una serie de gemas evitando palmarla. Cuando las tienes todas puedes teletransportate al siguiente nivel.
Gráficamente el juego no es malo, a destacar el espectacular colorido que destila y el excelente scroll multidireccional del que hace gala, aunque claro, todo esto a costa de reducir mucho el área de juego en la pantalla y de no tener unos enemigos demasiado trabajados.
A nivel sonoro destacar la música tema del juego (en la versión de ZX Spectrum compuesta por J. Dave Rogers) que es en mi opinión una de las 10 mejores músicas temas para Spectrum de toda su historia. A lo largo de la partida también suena, pero cuando disparas el sonido del disparo se come uno de los tres canales del chip de sonido del ZX Spectrum 128 por lo que sólo suenan dos canales de música cada vez que se dispara, y para que ocultarlo, el efecto queda fatal.
El juego es bastante difícil, no paran de darte caña todo el rato, aunque la mayor dificultad es aprenderte el sistema de teletransportes interno de cada fase. Una vez consigues mapearlos el juego se hace bastante más asequible.
En conclusión, un juego interesante con una música apabullante.
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